Fusible
Un fusible es un elemento fundamental en los sistemas eléctricos porque ofrecen protección contra las sobrecargas eléctricas, que pueden causar daños severos a los equipos e incluso llegar a ocasionar incendios. Es decir, este dispositivo actúa como un escudo, ya que interrumpe la corriente eléctrica cuando esta excede los niveles seguros, evitando el sobrecalentamiento y el posible fallo de otros componentes.
Comprender cómo funciona un fusible y saber cómo y cuándo reemplazarlo si está dañado puede evitar costosas reparaciones y salvar más de una vida.
¿Qué es un fusible?
Un fusible es un dispositivo pequeño que tiene un filamento fino que está hecho de un material metálico. Es indispensable que esté presente en las instalaciones eléctricas, tanto en el cuadro eléctrico de una casa como en una instalación industrial, porque permite que la corriente eléctrica pueda distribuirse al resto del circuito para que el suministro pueda llegar a todas las partes de un hogar, de un edificio, de un comercio, etc. Pero, también es un componente de seguridad.
Cuando se instala un fusible en una instalación eléctrica, en el caso de que se produzca una subida de tensión el filamento que lo compone se quemará. Esto provocará que se detenga el suministro de energía, evitando que los dispositivos que estén conectados a la corriente sufran daños.
Las dimensiones de un fusible suelen ser de entre 10 milímetros y 18 milímetros, por lo que es bastante pequeño, aunque esto puede variar.
¿Cuál es su función?
La función del fusible, por tanto, es evitar el paso de las altas corrientes de electricidad para prevenir que se produzcan fallos y desperfectos. En el momento en el que esto sucede, y el fusible se quema, hay que sustituirlo por otro para poder garantizar la seguridad en el suministro de energía
En el caso de que esto no se haga, la próxima vez que haya un exceso de energía la seguridad no estará garantizada.
Tipos de fusible eléctrico
Existen diferentes tipos de fusible eléctrico que tienen unas características diferentes que es interesante conocer. Estos son algunos de ellos:
- Fusible de corriente alterna: Es uno de los más pequeños, pero tiene una gran potencia en el momento de revertir el flujo de corriente eléctrica. Esto lo consigue hacer en apenas unos segundos y lo característico es que la corriente no viaja solo en un sentido.
- Fusible de corriente continua: El tamaño de este tipo de fusible es mayor que el anterior y la energía solo viaja en un sentido. Actúa desconectando el circuito eléctrico de la fuente de alimentación cuando se produce un exceso de tensión debido a que el cable del fusible se funde.
- Fusible rewirable: Es uno de los que se consideran de bajo voltaje y se pueden ver con frecuencia en el cableado doméstico. Cuando este se quema debido a una sobretensión, se puede quitar el portafusible y sustituir el cable dañado por uno nuevo para que pueda continuar funcionando.
- Fusible tipo cartucho: Es un fusible cerrado de bajo coste que está hecho de cerámica o incluso porcelana. El cable que contiene también se funde en contacto con la alta tensión y cuando se quema, todo se detiene para que los aparatos conectados a la red eléctrica estén protegidos.
- Fusible de alto voltaje: Se emplean en aquellas situaciones en las que se necesiten fusibles para voltajes muy altos, algo que sucede con los transformadores. El cobre es uno de los materiales de los que se compone este tipo de fusible.
El fusible es un elemento esencial de toda instalación eléctrica, ya que permite protegerla frente a excesos de tensión que se pueden producir cuando hay una tormenta. Por tanto, no se puede prescindir de él.
¿Cómo saber si un fusible está quemado?
Tener claro cómo identificar un fusible quemado es esencial para poder mantener un sistema eléctrico funcionando de forma constante y sin riesgos. Cuando presenta este aspecto, indica que ha provocado una interrupción debido a una corriente excesiva que ha pasado a través de él.
La mejor forma de asegurarte de si un fusible está quemado es mediante una inspección visual: busca un filamento metálico roto o una clara decoloración o mancha negra en el interior del tubo de vidrio del fusible. Esta prueba indica que el fusible ha fundido su elemento interno, cortando el flujo de corriente para proteger el circuito.
Además, también puedes usar un multímetro para comprobar la continuidad del fusible.
- Ponlo en el modo de prueba de continuidad y, si el fusible está en perfectas condiciones el multímetro emitirá un tono continuo o mostrará cero ohmios, indicando que el circuito interno del fusible está intacto.
- Si el fusible está quemado, el multímetro no emitirá ningún sonido y mostrará un valor de resistencia infinita, lo que indica que el circuito está abierto y el fusible necesita ser reemplazado.
Recuerda que un fusible debe ser reemplazado por otro con las mismas especificaciones para mantener la seguridad y la funcionalidad del sistema eléctrico. Nunca sustituyas un fusible por uno de mayor capacidad, podría permitir que fluya una corriente mayor a la deseada, poniendo en riesgo el sistema y a las personas que vivan o trabajen en el entorno del sistema eléctrico que debería estar protegiendo.