Qué es CGP
CGP es el acrónimo de Caja General de Protección. Se trata de una caja hecha de un material aislante que almacena todos los elementos de protección que se relacionan con la línea general de alimentación de la instalación eléctrica de baja tensión. Sirve para conectar los puntos de consumo eléctricos a la red distribuidora.
Su uso está regulado por el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) y supervisado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el cual utiliza estas cajas como medida de seguridad. En concreto, sirve para evitar problemas con instalaciones cercanas, asegurarse de que funcionan de manera eficiente y lograr la seguridad de las personas y edificios colindantes.
Para lograrlo, contiene fusibles en su interior, que evitan que las averías de esta red afecten al resto de la distribuidora, aislándola del resto de conexiones de clientes. Además, estos ayudan a la protección contra sobrecargas y cortocircuitos.
Los fusibles se seleccionan según la corriente de cortocircuito prevista, siguiendo las normas UNE. Además de los fusibles, existe un conductor neutro que consiste en una conexión situada a la izquierda de las fases y un borne que permite la conexión a tierra si fuera necesaria. Por último, hay interruptores automáticos, dispositivos de protección contra sobretensiones y, en algunos casos, hay elementos de medición y control.
Además, la caja delimita la propiedad y responsabilidad entre el cliente y la empresa distribuidora. Lo que está de la caja hasta la instalación pertenece al usuario y desde la caja hacia la Línea General de Alimentación, es responsabilidad de la compañía eléctrica.
¿Cómo funciona la CGP?
La CGP es fundamental en cualquier instalación eléctrica, ya que actúa como el punto de conexión entre la red de distribución y la instalación interna de un edificio.
En su interior se alojan elementos de protección como fusibles, que protegen la instalación frente a posibles sobrecargas y cortocircuitos. Estos componentes interrumpen el suministro eléctrico en caso de anomalías, evitando daños mayores.
Además, la Caja General de Protección delimita la responsabilidad entre la empresa distribuidora y el cliente: desde la CGP hacia la red es competencia de la distribuidora, mientras que desde la CGP hacia el interior del edificio es responsabilidad del usuario.
¿Qué tipos de CGP hay?
Existen diferentes tipos de Cajas Generales de Protección,y cada una de ellas está adaptada a las necesidades concretas de cada instalación eléctrica.
- CGP para red aérea: La opción apropiada para instalaciones en las que la acometida eléctrica se realiza mediante cables aéreos. Suelen instalarse en fachadas exteriores, a una altura entre 3 y 4 metros del suelo.
- CGP para red subterránea: Se utilizan cuando la acometida eléctrica está bajo tierra, y se instalan en nichos empotrados en paredes, protegidas por puertas metálicas, garantizando así su accesibilidad y su seguridad.
- CGP monofásicas: Ideales para suministros eléctricos de menor potencia, como viviendas unifamiliares, en los que la demanda energética es moderada.
- CGP trifásicas: Indicadas para instalaciones con mayores necesidades de energía, como edificios comerciales o industriales, pues proporcionan una distribución eléctrica mucho más equilibrada.
¿Dónde se debe colocar la CGP?
Generalmente, se instalan estas cajas fuera del edificio y en una zona próxima a la red distribuidora. Por ejemplo, se puede situar en el límite entre la propiedad privada y la pública. Algo habitual es colocarlos tras el contador de la compañía eléctrica. Los requisitos son la accesibilidad fácil para el personal de mantenimiento, la colocación en un lugar seguro y en un entorno controlado para evitar daños mecánicos y cerca del punto de entrada a la instalación.
Su instalación depende de la acometida. Si es áerea, se puede hacer un montaje superficial, generalmente colocada a una altura de entre 3 y 4 metros con respecto al suelo. En el caso de ser subterránea, la instalación se realiza en una pared dentro de un habitáculo, a un mínimo de 30 cm del suelo. Para evitar la corrosión, se suele añadir una puerta metálica de seguridad para proteger la caja.
Cómo instalar la CGP
Instalar una Caja General de Protección no tiene por qué resultar complicado si se siguen los pasos adecuados. Eso sí, es necesario contactar con un profesional cualificado que garantice una instalación segura que respete las normativas vigentes.
- Realizar un análisis que permita determinar si la conexión debe ser aérea o subterránea para seleccionar el tipo de CGP adecuado.
- Elegir un lugar accesible y seguro, preferentemente ubicado en la fachada exterior del edificio.
- Si la instalación es subterránea, habrá que construir un nicho en la pared con las dimensiones apropiadas y una puerta metálica para alojar la CGP.
- Fijar la caja en su lugar definitivo, asegurando su estabilidad y su correcto posicionamiento.
- Conectar los cables de la acometida a los bornes de entrada de la CGP y los de la instalación interna a los bornes de salida, incluyendo el conductor de protección.
- Colocar los fusibles o interruptores automáticos adecuados en función de la capacidad de la instalación.
Por último, solo queda realizar las pruebas que sean necesarias para garantizar el buen funcionamiento de la instalación y sellar la CGP.