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¿Qué es el butano?

El butano es un gas combustible muy presente en casa: lo usas para cocinar, calentar agua o dar un apoyo rápido a la calefacción. Para hacerte una idea de qué es el butano, piensa en un hidrocarburo sencillo que llega en bombonas, fácil de almacenar y listo para usar sin obras ni conexión a la red. ¡Práctico y directo!

¿Qué tipo de gas es el butano?

El butano (C₄H₁₀) es un hidrocarburo saturado de la familia de los gases licuados del petróleo (GLP). Se licua con facilidad a baja presión, de ahí que pueda transportarse y guardarse en botellas domésticas. Es más denso que el aire, así que ante una fuga tiende a acumularse en zonas bajas; por seguridad, ventila bien y evita fuentes de ignición.

Además, el gas comercial se odoriza con compuestos sulfurosos para que detectes fugas por su olor característico. Si quieres compararlo con el gas de red habitual, pasa por la entrada de gas metano: ambos son combustibles, pero su origen, distribución y comportamiento difieren.

¿Para qué sirve el butano?

El butano destaca por su versatilidad y disponibilidad. Se usa en:

  • Cocina y hornillos domésticos.

  • Termos y calderas para agua caliente sanitaria.

  • Estufas móviles de apoyo en invierno.

  • Camping, caravanas y hostelería.

  • Pequeñas tareas de bricolaje o soldadura ligera.

Sus ventajas: suministro portátil, coste competitivo y equipos sencillos de instalar y mantener. Sus límites: rinde peor con frío intenso (le cuesta gasificarse a bajas temperaturas) y exige almacenar y cambiar bombonas con regularidad. Por eso, en viviendas con alto consumo continuo o en climas muy fríos conviene valorar otras opciones.

¿Es mejor el butano o el propano?

Depende de tu caso. El propano mantiene mejor la vaporización cuando baja la temperatura, por lo que suele ser preferible para exteriores, zonas con inviernos duros o consumos elevados (depósitos o grandes instalaciones). El butano encaja muy bien en climas templados y para usos interiores habituales —cocina, ACS y estufas puntuales—, con botellas relativamente ligeras y logística sencilla. En rendimiento energético son comparables; la elección se decide por tres factores: clima, volumen de consumo y tipo de instalación disponible (bombonas frente a depósito). ¿Tu prioridad es la comodidad en casa con un uso moderado? El butano te resuelve. ¿Necesitas servicio estable en frío o mucha demanda térmica? El propano suele ganar.