Energía reactiva
La energía reactiva es un concepto esencial que influye de forma directa sobre la factura eléctrica. No se convierte en trabajo útil, pero su presencia puede generar sobrecostes y penalizaciones si no se mantiene bajo control.
Por eso es indispensable no solo tener claro qué es la energía reactiva, sino también cómo actúa, pues es la mejor forma de evitar recargos y sacar el máximo provecho posible al consumo eléctrico en instalaciones residenciales e industriales.
Significado de la energía reactiva
La energía reactiva se genera en dispositivos que crean campos electromagnéticos, como por ejemplo motores y transformadores, y aunque no produce trabajo útil, circula por la red eléctrica como parte del sistema de distribución. Se mide en kVArh, y se suma a la energía activa para dar como resultado la energía aparente.
Lo que quizás no sepas es que este tipo de energía provoca un desfase entre tensión y corriente, lo que aumenta las pérdidas en líneas y equipos, obligando a las compañías eléctricas a reforzar el sistema.
Es por esto que, cuando el consumo de energía reactiva supera ciertos umbrales legislados, las distribuidoras aplican penalizaciones económicas, ¡y por lo que gestionar bien este tipo de energía es básico si quieres evitar recargos a toda costa!
¿Qué es la energía reactiva en la factura de luz?
La energía reactiva aparece en la factura eléctrica cuando excede ciertos límites regulados. En tarifas domésticas de hasta 15 kW, se penaliza si supera el 50% de la energía activa, mientras que en contratos mayores, a partir del 33% salvo en periodos valle, excesos que se facturan como recargos por cada kVArh adicional.
Se trata de costes regulados y aplicados por la distribuidora a través de la comercializadora. Por eso es importante que tengas claro cómo y cuándo se aplica esta penalización, ya que es lo que te permite analizar si te conviene o no instalar sistemas de compensación, así como qué tarifas de luz te convienen si quieres ahorrar lo máximo posible.
¿Qué es la energía reactiva en una instalación eléctrica?
Dentro de una instalación eléctrica, la energía reactiva es la que producen equipos con bobinas como motores, transformadores, fluorescentes o ascensores.
No realiza trabajo útil, pero, como ya hemos comentado, circula y genera un desfase entre la tensión y la corriente, lo que eleva las pérdidas en cables y transformadores y reduce la eficiencia general.
El gran problema de todo esto es que la energía reactiva exige sobredimensionar las instalaciones y aumentar la potencia contratada, lo que supone un fuerte impacto económico. Además, si no se controla, puede incluso derivar en cortes de suministro o en la necesidad obligatoria de compensación.