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La ecotasa es un impuesto aplicado a diferentes actividades con el fin de financiar proyectos de sostenibilidad y reducir el impacto ambiental generado por ellas. Este impuesto se aplica en diferentes regiones de nuestro país con el objetivo de, por ejemplo, fomentar el turismo responsable y garantizar que los visitantes de diferentes zonas contribuyan a la preservación del medio ambiente de las áreas en las que pernoctan.

¿Qué es la ecotasa?

La ecotasa, impuesto verde o ecológico, es un tipo de impuesto que grava las acciones dañinas contra el medio ambiente. El objetivo es compensar los daños que se hayan ocasionado, al mismo tiempo que se incentiva el respeto por el mismo.

Este impuesto fue introducido en los años 90s en Estados Unidos, donde se habló de estos gravámenes para cuidar el planeta. Aún así, en países como Suecia ya se habían implementado medidas parecidas en años anteriores. Además, hubo medidas parecidas en el pasado, como por ejemplo devolver un envase de vidrio en una tienda a cambio de un reembolso.

Como tal, existen tres tipos:

  • Tasas de incentivos: sirve para cambiar el comportamiento en consumidores o productores. Al aumentar el coste de los comportamientos dañinos, se produce un desincentivo económico de los mismos. El mejor ejemplo son los impuestos a los combustibles fósiles, además de las tasas a los residuos y plásticos de un solo uso.
  • Financiación y cubrimiento de costes: es un tipo de ecotasa que se impone para mitigar los impactos ambientales de una actividad o para desarrollar proyectos de conservación o energías más limpias. Por ejemplo, en Austria hay un impuesto para las personas que tienen una segunda residencia, el cual sirve para compensar el impacto ambiental que eso supone.
  • Impuestos ambientales fiscales: en este caso, el objetivo es el aumento en los ingresos del Estado. Hay impuestos sobre hidrocarburos, electricidad, ventas minoristas de hidrocarburos y en algunos medios de transporte. En 2021, se recaudaron más de 21.000 millones de euros con estas medidas.

La existencia de ecotasas no está exenta de críticas. Por ejemplo, en España hubo mucha polémica con la ecotasa en los hoteles de las Islas Baleares, alegando que desincentivaba el turismo. Por ello, fue eliminada durante unos años, pero se volvió a aprobar en 2016.

Además, es considerado un impuesto que afecta más a los ciudadanos con menor renta, siendo así una tasa regresiva en vez de progresiva. A pesar de ello, la mayoría de países las imponen para preservar el medio ambiente o para conseguir ingresos adicionales para el Estado o para la financiación de medidas que eviten o reduzcan la contaminación ambiental.

Ecotasa en España

En España, la ecotasa es un tributo ecológico que se aplica principalmente en regiones turísticas, concretamente a los turistas que se alojan en establecimientos turísticos como hoteles, apartamentos o campings.

Su objetivo es financiar proyectos que protejan el medio ambiente, mejoren la infraestructura turística y promuevan la sostenibilidad.

La ecotasa ha ido implementándose en diferentes regiones de forma gradual, siendo Cataluña una de las primeras allá por el año 2012. Por lo general, los turistas deben pagar entre 0,60€ y 3,50€ por noche en función del tipo de alojamiento y la temporada.

Por el momento, los menores de 16 años y ciertas estancias subvencionadas están exentos de esta tasa ecológica​.

Ecotasa Baleares

En el archipiélago balear, la ecotasa se conoce como el ‘Impuesto sobre Estancias Turísticas’, y fue introducida en 2016 para aplicarse a los turistas que se alojan en cualquier tipo de establecimiento turístico en las islas. Las tarifas en esta zona geográfica suelen estar entre 1€ y 4€ por noche, dependiendo de la categoría del alojamiento y de la época del año.

Durante la temporada baja se aplica un descuento del 75%, y además las estancias superiores a 8 días reciben un descuento del 50% a partir del noveno día. En cuanto a los menores de 16 años, están exentos del pago de esta tasa​​.

Ecotasa Canaria

En el archipiélago canario, la ecotasa es más reciente y ha ido implementándose en determinadas zonas, como por ejemplo el barranco de Masca en Tenerife. Desde 2024, los turistas no residentes deben pagar 28€ para acceder a esta zona natural, mientras que los residentes están exentos.

Este proyecto piloto tiene como objetivo financiar la conservación de los espacios naturales y gestionar el flujo de turistas para minimizar el impacto ambiental, y es un primer paso hacia la posible implementación de una ecotasa más amplia en el archipiélago​ que, por otro lado, está encontrando una fuerte oposición.

La implementación de la ecotasa en diferentes regiones de España refleja un claro esfuerzo por equilibrar el crecimiento turístico con la sostenibilidad ambiental, garantizando así que los destinos turísticos se mantengan siempre atractivos y en perfecto estado de salud para sus habitantes y las generaciones futuras.