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Alta tensión

Llamamos alta tensión a una instalación eléctrica con un nivel de voltaje muy elevado. Se utiliza para transportar electricidad a largas distancias por cable, generalmente desde la central eléctrica (centrales eólicas, térmicas, solares…) hasta la subestación de transformación.

Llamamos tensión a la diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos y se mide en voltios, siendo la tensión la encargada de empujar la corriente a lo largo del conductor del circuito (el cable). De este modo, cuando un punto se une con otro mediante un conductor existe una diferencia de potencial, el de mayor potencial cede una carga de electrones al otro hasta que el potencial se iguala, siendo este transporte la corriente eléctrica.

Para poder transportar corriente a tanta distancia se utilizan muchos kilómetros de cable, produciéndose pérdidas. Por ello, es necesario subir la tensión. Al elevar la tensión, se consigue reducir la intensidad según la ley de Ohm, ya que son inversamente proporcionales. Eso hace que se necesite menos intensidad para transportar la corriente.

De este modo, con una intensidad reducida, las pérdidas de energía se reducen. Además, también aumenta la seguridad, ya que los cables no se sobrecalientan por el paso de la corriente y se minimiza la influencia de los fenómenos electromagnéticos. Todos estos cables están alejados de los núcleos urbanos y situados lejos del contacto humano, para evitar accidentes. Además, toda instalación de alta tensión está señalizada para minimizar riesgo.

¿Cuál es la diferencia entre alta, media y baja tensión?

La tensión eléctrica se clasifica en baja, media y alta en función del voltaje y su aplicación en la distribución de energía.

  • Baja tensión: Con un rango de voltaje de hasta 1.000 V en corriente alterna (CA), lo que la lleva a ser usada en entornos domésticos y comerciales para alimentar electrodomésticos, iluminación y dispositivos electrónicos. Supone un menor riesgo de descargas eléctricas graves, y su distribución es apropiada para distancias cortas.
  • Media tensión: Su rango de voltaje está entre 1.000 y 36.000 V en CA, lo que hace que se utilice en la distribución de energía desde subestaciones hasta transformadores cercanos a los consumidores finales. Discurre por líneas aéreas o subterráneas, y permite transportar electricidad a distancias moderadas con pérdidas muy bajas.
  • Alta tensión: Su rango de voltaje se sitúa por encima de los 36.000 V en CA, y se utiliza para el transporte de electricidad a largas distancias, desde centrales generadoras hasta subestaciones de transformación. Lo normal es que sus líneas aéreas se ubiquen fuera de áreas urbanas por razones de seguridad, y es la más indicada para transportes de energía a lugares lejanos porque apenas sufre pérdidas.

La principal diferencia entre estos niveles de tensión, por tanto, está en su voltaje y en sus aplicaciones recomendadas.

¿Qué tipos de alta tensión eléctrica se utilizan?

Existen diferentes tipos de alta tensión en función de su aplicación y su nivel de voltaje.

  • Alta tensión (AT): Gestiona voltajes superiores a 36 kV e inferiores o iguales a 66 kV, y se utiliza para el transporte de electricidad desde centrales generadoras a subestaciones intermedias.
  • Muy alta tensión (MAT): Indicada para voltajes superiores a 66 kV e inferiores o iguales a 220 kV, lo que la hace apropiada para la transmisión de energía a largas distancias entre diferentes regiones o países.
  • Ultra alta tensión (UAT): Para voltajes superiores a 220 kV, lo que hace que se utilice para interconectar grandes sistemas eléctricos y para el transporte de energía en redes nacionales o internacionales.

Cada tipo de alta tensión, por tanto, se selecciona en función de la distancia de transmisión y la cantidad de energía a transportar.

¿Cómo manipular la alta tensión de forma segura?

Para trabajar con sistemas de alta tensión sin peligro es necesario respetar estrictas medidas de seguridad que permitan prevenir accidentes graves.

  • Debes contar con formación específica en trabajos de alta tensión y estar al tanto de las normativas.
  • Necesitas utilizar equipo de protección personal (EPP) de calidad que incluya guantes aislantes, casco, gafas de seguridad y calzado dieléctrico.
  • Antes de iniciar cualquier tipo de trabajo, confirmar que el sistema esté desenergizado y bloqueado para evitar una posible reconexión accidental.
  • Instalar dispositivos de puesta a tierra y cortocircuito en las líneas para disipar cargas residuales de haberlas.
  • Respetar las distancias mínimas establecidas con los componentes energizados para evitar arcos eléctricos.
  • Utilizar herramientas debidamente certificadas para trabajos de alta tensión, ¡y que estén en buen estado!
  • Delimitar y señalizar la zona de trabajo.
  • Conocer la tensión nominal del equipo o instalación, ya que indica el voltaje máximo para el que está diseñado y garantiza así un funcionamiento seguro.

Estos consejos te servirán para reducir los posibles riesgos asociados al trabajo con alta tensión, pero aun así, si no lo eres, te recomendamos que contactes siempre con un profesional.