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Potencia eléctrica contratada

La potencia eléctrica contratada es la cantidad de energía que se puede utilizar en un hogar de manera simultánea. Es un concepto fijo en la factura de electricidad y puede modificarse una vez al año, subiéndose o bajándose según lo que se desee (en múltiplos de 0,1 kW si no supera los 15 kW). Si tienes una tarifa con discriminación horaria, es habitual elegir dos potencias: una para el periodo punta y otra para el valle. 

En el caso de que se supere la potencia contratada, se cortará la corriente eléctrica del hogar hasta que se sitúe por debajo. Esto es lo que se conoce coloquialmente como “saltar los plomos” o el ICP. 

Tipos de potencia contratada

Hay diferentes tipos de instalaciones que determinan la potencia eléctrica contratada. La más habitual es la monofásica, llamada así porque tiene una sola fase de corriente alterna. Funciona a 230 voltios y puede establecer una potencia contratada máxima de 14,49 kW. 

Su característica principal es que la potencia se distribuye por igual entre los electrodomésticos. Se recomienda para la mayoría de viviendas por ser más económica, salvo si tienes muchos aparatos que consumen mucha electricidad. 

El otro tipo es la instalación trifásica, llamada así por tener tres fases diferentes. Se da en instalaciones con más de 15 kW de potencia contratada, con una tensión de 400 voltios y 3 fases. La ventaja es que permite potencias muy elevadas (hasta 43,648 kW), siendo así adecuada para industrias o para hogares donde todo es eléctrico. Eso sí, la potencia se divide por igual entre las tres fases y el diferencial saltará al superar una sola. 

Para saber el tipo de instalación que tienes, simplemente mira la potencia eléctrica contratada en la factura. Cuando es inferior a 15 kW, suele ser monofásica. Si el contador tiene ICP, este será doble en el caso de ser monofásica y triple o superior si es trifásica. Cambiar de uno a otro es posible, pero es muy elevado, ya que hay que cambiar la instalación y el boletín eléctrico. 

¿Cómo saber si la potencia eléctrica contratada es la adecuada?

Cambiar la potencia contratada es un buen método de ahorro, pero tiene un coste. Si decides bajarla, pagarás derechos de enganche y si decides subirla, pagarás derechos de enganche, acceso y extensión dependiendo de lo que subas. Por este motivo, hay que estar seguros. Para hacerlo, existen tres maneras:

  • Usar una calculadora de potencia eléctrica
  • Sumar la potencia eléctrica de los aparatos del hogar
  • Contratar a un electricista que revise la instalación y aparatos

Si la potencia contratada es inferior a la deseada, saltarán los plomos y deberás subirla. En cambio, si es superior, nunca saltarán los plomos, incluso encendiendo todo a la vez. Cuando eso ocurre, revisa el margen que tienes y baja la potencia al límite.