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Mantenimiento de la caldera: Ahorra y mejora tu seguridad

Mantenimiento calefacción: 6 Consejos útiles

¿Por qué realizar el mantenimiento de la calefacción? El correcto mantenimiento de la calefacción ayuda a ahorrar dinero cada mes y nos garantiza también la seguridad en el hogar. A continuación te damos unos consejos útiles para que tus radiadores y caldera funcionen lo más eficientemente posible. ¡No te los pierdas!

¿Por qué es importante el mantenimiento regular de la caldera?

El mantenimiento de una calefacción de este tipo es esencial por motivos como los que detallamos a continuación.

  • Garantiza la seguridad de la vivienda, ya que previene posibles fugas de gas o fallos que podrían provocar accidentes peligrosos para sus ocupantes.

  • Una caldera bien mantenida funciona de forma mucho más eficiente, lo que se traduce en un menor consumo de energía y, por tanto, en facturas más bajas. Y hablando de ahorro, elige la que más te conviene entre nuestras tarifas de luz y gas!

  • También permite identificar y solucionar pequeños problemas antes de que se conviertan en averías mucho más serias y caras de solucionar.

  • Además, realizar un mantenimiento de caldera de gas o de gasoil cada cierto tiempo permite alargar la vida útil del equipo.

Pasos básicos para el mantenimiento de una caldera en casa

El mantenimiento de una caldera de gas es obligatorio, y realizarlo en casa no es complicado si se siguen los pasos adecuados. ¡Por eso hemos elaborado una breve guía que te permitirá llevarlo sin ningún tipo de problema!

1. Tener en cuenta la presión

Es fundamental controlar la presión en las calderas que funcionan a través de un circuito de agua para que puedan arrancar correctamente. Las calderas, tanto las analógicas como las digitales, suelen contar con un indicador de presión en el que deberemos fijarnos para ajustar el nivel de presión adecuado entre 1,2 y 1,5 bares. Si al encenderla, no ha obtenido los parámetros de presión normales, deberás entonces utilizar la llave de llenado de presión para corregir esta situación antes de ponerla en marcha.

2. Determinar una temperatura adecuada

Lo ideal es no programar temperaturas excesivamente altas. Está comprobado que si se mantiene la calefacción dentro de niveles de temperatura agradables (entre los 18 y 23 ºC) se optimiza el gasto. Esto sucede porque, de esta manera, se evita que la caldera tenga que hacer un nuevo esfuerzo energético cada vez que la volvemos a encender.

3. Revisión caldera

Aunque siempre es esencial contratar a un profesional para el mantenimiento de la caldera, hay algunas cosas simples que puedes hacer tú mismo para asegurarte de que se mantiene en las mejores condiciones. Encender la calefacción regularmente incluso en verano (aunque sea una vez al mes) hace que funcione de manera eficiente porque ayuda a limpiar la bomba de la caldera de cualquier suciedad que haya podido acumularse cuando no estaba en uso.

Puedes comprobar la presión e incluso equilibrar los radiadores si notas que los más alejados de la caldera están más fríos que los más cercanos. Este proceso consiste en extraer el aire que se acumula en los meses cuando la calefacción no se enciende (verano). Hay que extraer el aire, hasta que comience a salir solo agua será limpia. Equilibrar los radiadores es recomendable hacerlo al menos una vez al año, normalmente justo antes de que llegue el frío.

4. Revisión radiadores

Tan importante es el mantenimiento de los radiadores como de la caldera. Revisar y limpiar bien cada uno de nuestros radiadores es fundamental. ¿Cada cuánto realizar este mantenimiento? La revisión de mantenimiento debe hacerse al menos una vez al año. Esto te ayudará a ahorrar dinero en tu factura de la calefacción porque siempre dispondrás de un consumo óptimo. Además, junto a su limpieza debes revisar con detalle las posibles fugas que pueda tener cada radiador tanto en la zona de las válvulas como en las conexiones.

Se recomienda limpiar los radiadores cuando no están trabajando y, por lo tanto, están fríos, por lo que el verano es perfecto. El mantenimiento no es solo superficial, acceder a la zona donde están los tubos, no es fácil, por eso se recomienda utilizar primero un limpiador de vacío, posteriormente, un cepillo o un penacho de forma cilíndrica que es capaz de llegar a cualquier rincón. Gracias a este tipo de limpieza, es una buena ocasión para un examen del estado del radiador. Si hay cualquier tipo de marca de óxido o rotura, debes ponerte en contacto con una empresa especializada

5. Evitar grandes averías

Es importante solicitar un servicio de revisión de la caldera al menos una vez al año, incluso aunque la caldera parezca estar funcionando a la perfección para identificar cualquier fallo a tiempo y así evitar mayores averías. Las revisiones cuestan muy poco dinero y pueden ayudarte a ahorrar una cantidad mucho mayor si se produce una avería y tuvieras que reparar la caldera.

6. Seguridad

Para evitar problemas con tu calefacción y por seguridad debes purgar los radiadores si se ha colado aire dentro, puesto que el aire no dejará espacio para que se llene de agua correctamente. Para detectar si un radiador tiene aire caliente tienes que poner la mano en diferentes alturas del radiador y comprar el calor entre la parte de arriba y de abajo. No hay suficiente calor, es que se ha acumulado aire. Después del purgado del radiador, debes ir a comprobar la caldera para ver la presión del circuito que seguramente habrá caído. Revisa que no lo ha hecho por debajo del nivel de rojo en la lectura del manómetro.

Si es así, hay que permitir la entrada de agua en el circuito hasta que se alcance el indicador verde. Si nos pasamos, tendremos que quitar el exceso de presión de la válvula de drenaje del radiador.

¿Con qué frecuencia debería realizar el mantenimiento de la caldera?

Lo más recomendable es realizar el mantenimiento de la caldera al menos una vez al año, ya que así podrás detectar y corregir posibles problemas antes de que se conviertan en averías de mayor calado.

Coste del mantenimiento de calderas: ¿realmente merece la pena?

Comprender el mantenimiento regular de la caldera como un gasto extra no es lo correcto, ya que en realidad se trata de una inversión que merece la pena, ¡y mucho!

Plantéatelo así: el precio de una revisión periódica es mucho menor que el de tener que reparar una avería grave o reemplazar la caldera por completo. Además, un mantenimiento de calidad mejora la eficiencia energética del dispositivo, lo que se traduce en un ahorro en las facturas de energía.

Es decir, hacer un mantenimiento regular no solo garantiza la seguridad y el buen funcionamiento del sistema, ¡también resulta mucho más barato que no hacerlo!

Cómo saber si tu caldera necesita una revisión urgente

Identificar a tiempo las señales de que tu caldera necesita una revisión con urgencia te permitirá prevenir averías serias, y estas son algunas de las más evidentes.

  • Sonidos como golpes, zumbidos o silbidos pueden estar indicando la existencia de problemas internos.

  • Si la caldera pierde presión puede ser a causa de fugas en el sistema.

  • La presencia de agua o humedad en los alrededores de la caldera puede estar manifestando la existencia de fugas.

  • Un incremento inesperado en el importe de las facturas energéticas puede deberse a una caldera cada vez menos eficiente.

  • La presencia de olores extraños, como a gas o a quemado, siempre debe ser considerada como un motivo de alarma.

Ante la aparición de cualquiera de estos signos, lo mejor es contactar con un técnico especializado para que realice una revisión manual de tu calefacción con máxima prioridad. ¡La seguridad de los tuyos siempre debe ser lo primero!

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