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Mantenimiento calefacción: 6 Consejos útiles

Mantenimiento calefacción: 6 Consejos útiles

¿Por qué realizar el mantenimiento de la calefacción? El correcto mantenimiento de la calefacción ayuda a ahorrar dinero cada mes y nos garantiza también la seguridad en el hogar. A continuación te damos unos consejos útiles para que tus radiadores y caldera funcionen lo más eficientemente posible. ¡No te los pierdas!

1. Tener en cuenta la presión

Es fundamental controlar la presión en las calderas que funcionan a través de un circuito de agua para que puedan arrancar correctamente. Las calderas, tanto las analógicas como las digitales, suelen contar con un indicador de presión en el que deberemos fijarnos para ajustar el nivel de presión adecuado entre 1,2 y 1,5 bares. Si al encenderla, no ha obtenido los parámetros de presión normales, deberás entonces utilizar la llave de llenado de presión para corregir esta situación antes de ponerla en marcha.

2. Determinar una temperatura adecuada

Lo ideal es no programar temperaturas excesivamente altas. Está comprobado que si se mantiene la calefacción dentro de niveles de temperatura agradables (entre los 18 y 23 ºC) se optimiza el gasto.  Esto sucede porque, de esta manera, se evita que la caldera tenga que hacer un nuevo esfuerzo energético cada vez que la volvemos a encender.

3. Revisión caldera

Aunque siempre es esencial contratar a un profesional para el mantenimiento de la caldera, hay algunas cosas simples que puedes hacer tú mismo para asegurarte de que se mantiene en las mejores condiciones. Encender la calefacción regularmente incluso en verano (aunque sea una vez al mes) hace que funcione de manera eficiente porque ayuda a limpiar la bomba de la caldera de cualquier suciedad que haya podido acumularse cuando no estaba en uso. 

Puedes comprobar la presión e incluso equilibrar los radiadores si notas que los más alejados de la caldera están más fríos que los más cercanos. Este proceso consiste en extraer el aire que se acumula en los meses cuando la calefacción no se enciende (verano). Hay que extraer el aire, hasta que comience a salir solo agua será limpia. Equilibrar los radiadores es recomendable hacerlo al menos una vez al año, normalmente justo antes de que llegue el frío.

4. Revisión radiadores

Tan importante es el mantenimiento de los radiadores como de la caldera. Revisar y limpiar bien cada uno de nuestros radiadores es fundamental. ¿Cada cuánto realizar este mantenimiento? La revisión de mantenimiento debe hacerse al menos una vez al año. Esto te ayudará a ahorrar dinero en tu factura de la calefacción porque siempre dispondrás de un consumo óptimo. Además, junto a su limpieza debes revisar con detalle las posibles fugas que pueda tener cada radiador tanto en la zona de las válvulas como en las conexiones. 

Se recomienda limpiar los radiadores cuando no están trabajando y, por lo tanto, están fríos, por lo que el verano es perfecto. El mantenimiento no es solo superficial, acceder a la zona donde están los tubos, no es fácil, por eso se recomienda utilizar primero un limpiador de vacío, posteriormente, un cepillo o un penacho de forma cilíndrica que es capaz de llegar a cualquier rincón. Gracias a este tipo de limpieza, es una buena ocasión para un examen del estado del radiador. Si hay cualquier tipo de marca de óxido o rotura, debes ponerte en contacto con una empresa especializada

5. Evitar grandes averías 

Es importante solicitar un servicio de revisión de la caldera al menos una vez al año, incluso aunque la caldera parezca estar funcionando a la perfección para identificar cualquier fallo a tiempo y así evitar mayores averías. Las revisiones cuestan muy poco dinero y pueden ayudarte a ahorrar una cantidad mucho mayor si se produce una avería y tuvieras que reparar la caldera.

6. Seguridad

Para evitar problemas con tu calefacción y por seguridad debes purgar los radiadores si se ha colado aire dentro, puesto que el aire no dejará espacio para que se llene de agua correctamente. Para detectar si un radiador tiene aire caliente tienes que poner la mano en diferentes alturas del radiador y comprar el calor entre la parte de arriba y de abajo. No hay suficiente calor, es que se ha acumulado aire. Después del purgado del radiador, debes ir a comprobar la caldera para ver la presión del circuito que seguramente habrá caído. Revisa que no lo ha hecho por  debajo del nivel de rojo en la lectura del manómetro.

Si es así, hay que permitir la entrada de agua en el circuito hasta que se alcance el indicador verde. Si nos pasamos, tendremos que quitar el exceso de presión de la válvula de drenaje del radiador.

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