23 de abril de 2025
¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono es un indicador ambiental que mide la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por actividades humanas, productos o servicios.
Este concepto ha ido ganando importancia durante los últimos años debido a la creciente preocupación por el cambio climático y sus efectos negativos sobre nuestro planeta, pero una cosa es que nos suene y otra muy distinta es que tengamos claro qué es, cómo se calcula y, sobre todo, cómo reducirla, para contribuir al avance hacia un futuro más sostenible.
¿Cómo se calcula la huella de carbono?
Saber cómo calcular la huella de carbono es importante para poder identificar el impacto ambiental de nuestras actividades y tomar las medidas oportunas para reducirla.
La fórmula básica para calcular la huella de carbono es esta: Huella de carbono = Dato de actividad × Factor de emisión, donde el dato de actividad es una cantidad que representa una actividad concreta, como el consumo de electricidad en kilovatios hora (kWh), y el factor de emisión la cantidad de GEI emitidos por unidad del dato de actividad.
¿Y por qué se recurre a estos parámetros y no a otros? Pues porque permiten estandarizar el cálculo de emisiones y facilitar comparaciones entre diferentes actividades y sectores.
Al multiplicar el dato de actividad por el factor de emisión correspondiente, obtenemos una estimación de las emisiones generadas, que es precisamente el dato que permite implementar estrategias de reducción efectivas.
¿Qué factores tienen el mayor efecto en su huella de carbono personal?
Mientras que la huella de carbono de una empresa abarca todas las emisiones que provocan sus operaciones y su cadena de suministro, la huella de carbono personal se centra en las emisiones resultantes de nuestras decisiones y hábitos diarios como personas individuales.
Dicho de otro modo: las decisiones que tomamos tienen un impacto directo en el medio ambiente, ¡y hay que ser muy conscientes de ello!
El abuso de vehículos privados y vuelos aumenta las emisiones de GEI, por eso es conveniente optar por caminar, usar la bicicleta o el transporte público siempre que sea necesario. Además, si no te queda otro remedio, al menos procura usar vehículos que acepten el uso de biocombustibles.
El consumo de carne, sobre todo de vacuno, eleva nuestra huella de carbono debido a las emisiones de metano del ganado y al uso intensivo de recursos en su producción. Por eso es recomendable implementar más vegetales en la dieta.
El uso de calefacción, aire acondicionado y electrodomésticos también influye sobre nuestras emisiones. Por eso hay que apostar por los sistemas de autoconsumo solar, mejorar el aislamiento del hogar y sustituir electrodomésticos antiguos por otros de máxima eficiencia energética.
Además, la producción y el transporte de los productos que compramos también generan emisiones. Si quieres reducir tu huella de carbono, apuesta por productos locales de kilómetro cero y compra únicamente lo que realmente necesites.
¿Cómo se puede reducir la huella de carbono?
Ya te hemos contado qué es la huella de carbono y cómo calcularla, pero ¿qué hacer para reducirla en la medida de lo posible?
Empieza apagando luces y dispositivos electrónicos cuando no los utilices, cambia tus bombillas antiguas por otras de bajo consumo, intenta mejorar el aislamiento térmico de tu vivienda para gastar lo justo en climatización. Instalar placas solares de autoconsumo en tu tejado también es una buena opción o, si no es viable aún, elige proveedores de energía que ofrezcan electricidad proveniente de fuentes renovables.
Como ya hemos mencionado anteriormente, es importante reducir el uso excesivo de transportes que contaminen el medio ambiente y, en la medida de lo posible, es recomendable cambiar carnes por alternativas vegetales, considerando dietas más saludables.
También es importante que integres en tu vida la filosofía de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar, así podrás contribuir a la reducción de plásticos de un solo uso.
Con estos pequeños gestos estarás haciendo mucho por reducir tu huella de carbono y la de tu empresa, y es que ya se sabe: no hay un planeta B, ¡así que tenemos que cuidarlo para que las generaciones que vengan detrás puedan disfrutar de él en plenitud!