26 de septiembre de 2024
Hidrógeno verde: Energía limpia para el futuro - Blog de Lucera
Ante el deterioro ambiental que ha propiciado el uso indiscriminado de combustibles fósiles en las últimas décadas, se ha hecho patente la necesidad de utilizar fuentes de energía más limpias. En este contexto, el hidrógeno verde se ha erigido como una opción de lo más prometedora para continuar con el ritmo de nuestra actividad productiva sin dañar aún más nuestro planeta.
Este combustible renovable, un auténtico desconocido para demasiada gente aún, está ganando cada vez más protagonismo gracias a su capacidad de generar energía sin emisiones de carbono. ¡Te contamos todo lo que necesitas saber sobre la producción de hidrógeno verde y cómo afectará a nuestro futuro más inmediato!
¿Qué es el hidrógeno verde y para qué sirve?
El hidrógeno verde es un tipo de hidrógeno que se obtiene mediante el proceso de electrólisis del agua, utilizando para ello electricidad de fuentes renovables proveniente de la energía solar o la eólica. Es esto precisamente lo que lo diferencia del hidrógeno gris, que se genera a partir de gas natural, lo que hace que su producción sí produzca emisiones contaminantes.
Lo más importante que debes saber, por tanto, es que el hidrógeno verde no emite gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en una de las soluciones más sostenibles de cara a la transición energética en la que estaremos inmersos en las próximas décadas.
En cuanto a sus aplicaciones, son diversas y abarcan cada día más sectores. Se puede utilizar en la industria del transporte, como combustible para coches de hidrógeno verde, pero también en la generación de electricidad, como una forma de almacenar y liberar energía renovable. ¡Y tiene otros usos que veremos un poco más adelante en este mismo texto!
¿Cómo se obtiene el hidrógeno verde?
Este combustible respetuoso con el medio ambiente se produce en una planta de hidrógeno verde gracias al proceso de electrólisis, un proceso en el que electricidad proveniente de fuentes renovables separa el hidrógeno del oxígeno en el agua.
Este método, además de reducir la huella de carbono en comparación con la extracción de combustibles fósiles, permite una producción más limpia y sostenible de hidrógeno. La producción de hidrógeno verde en España cada vez tendrás más peso con el paso de los años, donde cada vez será más habitual también poder circular por corredores verdes que sumen al propósito de contaminar cada vez menos.
¿Qué usos tiene el hidrógeno verde?
El hidrógeno verde está ganando cada vez más adeptos gracias a su versatilidad y sostenibilidad, y a que puede ser utilizado con normalidad en múltiples sectores, contribuyendo a reducir sus emisiones contaminantes.
Transporte: Utilizado como combustible en vehículos con pilas de combustible que emiten únicamente vapor de agua.
Industria: Usado como materia prima para la producción de productos químicos como fertilizantes.
Generación de electricidad: Para almacenar energía renovable y transformarla después en electricidad mediante celdas de combustible.
Ventajas y desventajas del hidrógeno verde
Esta fuente de energía ofrece grandes beneficios a la hora de realizar actividades sin emitir gases nocivos para nuestra atmósfera, pero también hay ciertos problemas del hidrógeno verde que conviene conocer antes de implantarlo por completo.
Entre sus principales ventajas encontramos que el hidrógeno verde es una energía limpia que no produce emisiones contaminantes ni gases de efecto invernadero, que se le puede dar multitud de aplicaciones y que reduce la dependencia de combustibles fósiles. Además, es fácil de almacenar y transportar.
Sin embargo, no hay que olvidar que a día de hoy la producción de hidrógeno verde aún es muy costosa, que de momento no existe un gran número de instalaciones adecuadas para su almacenamiento y transporte o que la electrólisis tiene una eficiencia limitada en comparación con otras tecnologías energéticas.
Sin duda, el hidrógeno verde en España será una de las energías del futuro, así que en cuanto comience a ser más asequible… ¡habrá muy poco que pensarse!