13 de enero de 2023
¿Cómo es la facturación por maxímetro?
Lo más habitual es que en los hogares tengamos instalado un cuadro eléctrico controlado por un Interruptor de Control de Potencia (IPC), el cual si nos pasamos del límite establecido o detecta algún cortocircuito nos interrumpe la señal eléctrica de inmediato. Es una medida de seguridad, pero a su vez nos limita la carga eléctrica que podemos llegar a tener sin que salte la luz. En concreto, esta cantidad es de 15kW.
Si se quiere superar este límite de potencia, la solución sería instalar un maxímetro. La instalación de este mecanismo deberá seguir unos requisitos mínimos y antes de proceder a hablar con nuestra compañía eléctrica deberemos estar informados sobre cómo es la facturación por maxímetro.
¿Cuándo se debe instalar un maxímetro?
Cuando requerimos de una potencia energética flexible y que en ocasiones sea superior a 15kW. Esto es habitual en el sector industrial. No obstante, existen casos de instalaciones de baja tensión (inferior a 15 kW) en las que el suministro eléctrico no puede interrumpirse en ningún momento y que, por tanto, habría que plantearse la instalación y facturación por maxímetro.
Es el caso de ascensores, hospitales (sobre todo en quirófanos y unidades de cuidados intensivos), equipos de ventilación forzada de garajes, grupos de presión de suministro de agua para consumo, extractores de humo, sistemas de extinción de incendios o en viviendas con circunstancias médicas especiales.
En este último caso, a pesar de tratarse una vivienda que normalmente aguantan con una potencia eléctrica inferior a 15kW, sí que sería necesario un impulso energético flexible para poder mantener conectado al paciente a una máquina eléctrica de forma permanente. Por consiguiente, sí que es una buena posibilidad tener en cuenta la facturación por maxímetro. Para ello, el cliente deberá presentar a su compañía eléctrica un certificado médico sellado que acredite dichas necesidades especiales, teniendo dicho documento validez de un año.
La facturación por maxímetro nos garantiza un suministro que no se interrumpe ni siquiera por impagos. Sí se producirá un corte si hay una avería en la red eléctrica, por lo que el paciente debería contar con generador auxiliar de emergencias.
Normas de facturación por maxímetro
El maxímetro calcula la potencia máxima utilizada en diferentes períodos de facturación, manteniendo el abastecimiento aunque se sobrepasen los kilovatios contratados. Hay tres reglas de facturación por maxímetro:
1. Si la potencia que consumimos es inferior al 85% de la contratada, se cobrará el 85% al consumidor.
2. Si la potencia oscila entre el 85 y el 105% de la contratada, se cobrará la potencia registrada.
3. Si la potencia consumida es superior al 105% de la contratada, entonces el usuario abonará la potencia consumida más el doble de la diferencia entre la demandada y el 105% de la contratada.
¿Cómo se calcula la penalización por exceso de potencia?
Como hemos comentado, el maxímetro toma la potencia en función a lo que se demanda en bloques de 15 minutos, calculando la potencia media exigida en ese período de tiempo. A final de mes, registra la potencia máxima que hemos pedido.
Si existiese un exceso de potencia en dicho período de facturación por maxímetro entonces se penalizaría. Esa penalización se factura en función de la potencia máxima registrada.
La facturación por maxímetro requiere leer la letra pequeña. Por cada cuarto de hora que el maxímetro registra una potencia superior a la contrata habrá penalización. De este modo, si hay 100 cuartos de hora con potencia excesiva, en la factura final se tendrán un centenar de penalizaciones.
El 1 de junio de 2021 entró en vigor una nueva normativa que determinaba que el suministro eléctrico en los negocios se dividía en seis períodos horarios de 15 kW, de P1 a P6, con sus correspondientes valores de potencia fijados previamente con la comercializadora. Hasta los 50 kW se registrará en facturación por maxímetro, pero a partir de ahí la penalización variará y podría llegar a ser el triple.