10 de julio de 2017
¿Desconectarse de la red eléctrica? Todo lo que deberías saber sobre autoconsumo eléctrico
En Lucera somos unos firmes defensores del autoconsumo. Creemos que ser capaces de el autoabastecimiento energético puede ser otra vía para salir del oligopolio y apostar por las renovables.
Eso sí, lejos de ser sencillo, el autoconsumo y la desconexión de la red presenta algunas dificultades. La realidad es que no es tan cómodo ni sencillo de lograr eso de desconectarnos de la red eléctrica.
Tipos de Autoconsumo
A. Autoconsumo aislado
En este caso estamos desconectados de la red eléctrica, no tenemos contrato con ninguna comercializadora, ni distribuidora. Significa que somos autosuficientes y tenemos suficiente con la energía que generamos, y que dependemos únicamente de nuestra generación. En este caso puede que nuestra generación no sea suficiente en algún momento y tengamos cortes puntuales, dependerá también de nuestra capacidad de almacenaje (baterías).
B. Autoconsumo conectado a la red
Cuando tenemos nuestra instalación de autoconsumo pero estamos conectados a la red de distribución. Interesante porque de esta forma podemos tener suministro cuando no disponemos de energía propia.
- Consumo instantáneo (o con vertido 0) No inyectamos energía a la red, incluso aunque generemos energía que no utilicemos o no almacenemos.
- Consumo con vertido a la red de distribución. En este caso enviamos los excedentes de energía a la red. Es una opción interesante para el bolsillo del consumidor, que será retribuido por esa energía.
Balance neto: No hay compensación dineraria para el consumidor. Permite verter a la red eléctrica el exceso producido por un sistema de autoconsumo con la finalidad de poder hacer uso de ese exceso en otro momento.
Venta a la Red: en el que se fija un precio por la energía vertida a la red de distribución. En este caso no se consume la energía generada.
Los equipos que necesitas si quieres energía limpia
Una de las principales barreras de entrada es la infraestructura que necesitarás para generar energía por ti mismo. Por norma general requiere una inversión importante, pero que podremos amortizar a medio plazo. Lo que necesitas:
1. Paneles solares o mini-eólica
Sin duda ganan por goleada los paneles solares. Primero porque España es un país extremadamente soleado (en la mayoría de su territorio) y podemos obtener energía fácilmente del sol. Pero también porque la evolución tecnológica de la última década ha hecho este sistema de autoconsumo más asequible. Se pueden comprar e instalar fácilmente con la ayuda de un técnico. Además no requiere tener terreno ya que podemos instalar los paneles solares en el techo de la vivienda. O bien... podemos optar por la denominada mini-eólica, que puede obtener la energía del viento. En este caso también es una opción viable si tenemos espacio y estamos dispuestos a realizar la instalación requerida.
2. Regulador de carga
El regulador tiene la misión de controlar la corriente que es absorbida por la batería y así evitar que se sobrecargue peligrosamente. Al mismo tiempo evita que se deje de aprovechar la energía captada por los paneles o el aerogenerador. En caso de no disponer de baterías no necesitaremos el regulador de carga,
3. Inversor
Es un convertidor que transforma la energía de corriente continua procedente del generador en corriente alterna. En la mayoría de casos viene incluído con la mini-eólica, aunque no en la placa fotovoltaica. Nos encontramos con dos tipos en función del tipo de instalación de autoconsumo. También puedes comprar un limitador de corriente para no verter a la red. Pero por tema de espacio y cableado es más aconsejable el inversor con vertido cero.
4. Las baterías
Para almacenar la energía cuando generamos y utilizarla cuando no podamos generar nuestra energía. Puede ser porque sea de noche, esté nublado, se produzcan sombras por la posición del sol o bien porque el consumo es mayor que la potencia generada en algún momento del día. O en el caso del aerogenerador, que no haya viento. Las baterías son la parte más cara de la instalación. Mientras las placas y aerogeneradores tienen una vida útil de 25 años aproximadamente, estos otros suelen tener 15, por lo que tendremos que invertir más veces para mantener la instalación.
En algunos tipos de autoconsumo se necesita instalar contadores bidireccionales, y aparte otros materiales como cableado, soporte de estructuras, etc.
Dependencia de las renovables
Cuando hablamos de autoconsumo, hacemos que parezca sencillo pero cuando nos desconectamos de la red eléctrica dependemos de las energías renovables. Tanto para lo bueno como para lo malo. Pero la energía fotovoltaica nos condiciona, porque es intermitente. De día tienes energía y de noche se suspende el suministro. Si no tenemos baterías con suficiente capacidad como para almacenar la energía que vamos a necesitar durante la noche o incluso en periodos de días lluviosos en los que la producción sea inferior al consumo que realizamos, podemos arriesgarnos a quedarnos ‘a oscuras’. Con todo lo que ello significa. Cuanta más autonomía queramos, mayor presupuesto debemos destinar a baterías. Por otro lado, aunque la energía eólica es más estable en su producción, también podemos encontrarnos con días de escasez de materia prima, el viento. De nuevo si no somos lo suficiente previsores podemos encontrarnos en un apuro si nos hemos desconectado por completo de la red. La cosa se complica con los imprevistos como una gran tormenta. Para la fotovoltaica, encontrarnos con una un cielo encapotado más de una semana puede suponer fácilmente sin energía. Una situación muy habitual en según qué áreas de la península. En el caso de la eólica, la mayoría de aerogeneradores dejan de funcionar a partir de 20m/s. Si somos previsores y queremos estar preparados para estas situaciones, supondrá una inversión adicional en baterías. El almacenaje de energía para ese tipo de situaciones será siempre una de las preocupaciones en autoconsumo.
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¿Autoconsumo eléctrico? Depende de dónde residas
La realidad es que aunque España tiene muchas horas de sol, existen diferencias por áreas geográficas. Mientras que la mitad sur de la península disfruta de más horas de sol, en el norte de la misma no pueden aprovechar la energía solar del mismo modo. En esta imagen podemos ver la radiación solar media anual de la península (AEMET).
Fuente: AEMET
Es decir, que tu lugar de residencia debería ser un factor a tener en cuenta si quieres desconectarte del sistema y apostar por la fotovoltaica.
Y el impuesto al sol, ¿qué es eso?
Normalmente nos ponemos a la defensiva cuando escuchamos lo del impuesto al sol. Pero muchos lo hacen sin saber que las potencias inferiores a 10 kW no pagan el denominado impuesto al sol. ¡Como lo oyes! Pero ahondemos un poco más, ¿cuando hay que pagar y cuando no en autoconsumo? Si estamos en modalidad de autoconsumo aislado no tenemos que pagar nada. Si nuestra modalidad es la de autoconsumo conectado a la red, pagaremos lo mismo que cualquier cliente conectado a la red. Pagaremos un ‘impuesto al sol’ en forma de un cargo por potencia si tienes baterías o si tu consumo pico supera la potencia que tengas contratada. Para el consumo instantáneo no tendrás ningún otro cargo además de los citados. Si hay vertido a la red:
Balance neto: En este caso como ‘impuesto al sol’ tendrías que pagar un cargo de la energía vertida. Solo están exentos de pagar la energía vertida a la red:
- Instalaciones de P<=10 kW
- Instalaciones de Islas Canarias, Ceuta y Melilla
- Instalaciones de cogeneración y frenado de trenes hasta 2020
- Cargo reducido para Mallorca y Menorca
Venta de red: En este caso ‘el impuesto al sol’ determina que la energía se retribuye al precio horario de mercado pero se deberá pagar 0,5€/MWh (según la disposición transitoria única del RD 1544/2011). También se pagará un 7% del impuesto sobre la producción (según el artículo 8 de la Ley 15/2012). También hay cargos por servicios auxiliares, en relación a la energía consumida.
¿Hay alternativas a la fotovoltaica?
La legislación anterior es aplicable a las placas fotovoltaicas. En el caso de las placas solares térmicas que aprovechan la energía del sol para calentar el agua (Placas Solares Térmicas para Agua Caliente Sanitaria), no hay ningún impuesto sobre ellas. De modo que esta puede ser una medida de ahorro y reducir el consumo eléctrico para obtener agua caliente, para la ducha por ejemplo. O bien... la denominada mini-eólica. En este caso también es una opción viable, si tenemos espacio y estamos dispuestos a realizar la instalación requerida. Para algunos hogares puede ser complicado porque es necesario tener espacio para poner un pequeño molino que capte viento para generar la energía. Especialmente porque más del 60% de los españoles reside en pisos. No hay espacio para instalar instalaciones muy grandes de autoconsumo.
¿Es rentable una instalación de autoconsumo?
En primer lugar, a menos que tengas espacio y capacidad para desconectarte de la red completamente, la opción más rentable sería la de balance neto de un año, si fuera posible aunque no lo es todavía en España pero sí en otros países europeos. Nos ahorraremos pagar o cobrar por la energía, pero sí nos permitiría ahorrar en la factura. Por otra parte, si ponemos como ejemplo de una vivienda doméstica media con un consumo de 4.000 kW al año, con una instalación fotovoltaica con baterías de tan sólo 2,5 kWp sería suficiente para ahorrarnos el equivalente a la parte variable de la factura eléctrica. Como hemos dicho antes, no le sacaremos la misma rentabilidad en Córdoba que en Bilbao a la instalación. Pero está claro que la amortizaremos entre 8 y 10 años. Si tenemos en cuenta que la instalación nos durará más de 20, nos resultará rentable apostar por el autoconsumo a medio y largo plazo. Y generando nuestra propia energía 100% renovable.
Una instalación de autoconsumo revaloriza tu vivienda
Pues sí, como lees. Invertir en autoconsumo va a aumentar el valor de tu vivienda. Una ventaja a tener en cuenta si piensas en vender al cabo de un tiempo. Según el Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL), por cada € que ahorras gracias a la energía solar, el valor de tu propiedad aumentará en torno a 20€. Eso sí, siempre en función de:
El tamaño de la instalación: cuanta más instalación, mayor será el aumento de valor de la vivienda
El tamaño de la vivienda: cuanto más grande sea, más aumentará el valor nominal de la vivienda.
Un ejemplo, una vivienda unifamiliar común con una instalación de paneles solares fotovoltaicos de 2 kWp (kilovatio de pico-máxima que genera un conjunto de paneles en las horas de máxima insolación) aumentará su valor en 11.600€. El valor de venta de la vivienda aumenta 5.800€ de media por cada kWp instalado.
Algo más sobre autoconsumo
Ahora que ya lo tienes claro, si estás pensando en ponerte una instalación de autoconsumo, recuerda que necesitarás un CIE o Boletín Eléctrico de la instalación de autoconsumo. En cualquier caso, deberás avisar a la distribuidora que tienes una instalación de autoconsumo. Y, por último, en el caso de que quieras verter energía a la red necesitarás registrarte en el RAIPRE (Registro Administrativo de Instalaciones de Producción de Energía eléctrica). Como puedes ver, hay muchas variables a tener en cuenta a la hora de decantarse por el autoconsumo, e incluso desengancharse de la red eléctrica. No será posible en todos los casos, pero el potencial de ahorro con un sistema de autoconsumo es enorme. En Lucera apoyamos el autoconsumo eléctrico, ¿y tú? Si además quieres seguir conectado a la red y seguir consumiendo renovables, te esperamos...