27 de marzo de 2025
¿Cuál es el consumo de un televisor?

Los televisores llevan décadas siendo el centro del entretenimiento en la mayoría de los hogares en España. Tanto es así que muchas personas ni siquiera han llegado a preguntarse nunca ¿cuál es el consumo de un televisor? Y eso que, al ser un aparato eléctrico no hay duda de que su uso influye, y mucho, en la factura de la luz.
El consumo de energía de un televisor por hora varía en función de distintos factores que veremos a lo largo de este texto, así que si hemos conseguido despertar el gusanillo de la curiosidad en ti, te gustará saber que de aquí no te vas sin tenerlo clarinete.
¿De qué depende el consumo de mi televisión?
Lo primero que has de saber es que, al igual que ocurre con el consumo de otros electrodomésticos, no todos los televisores consumen la misma cantidad de energía. De hecho, dos dispositivos idénticos pueden tener consumos bastante distintos en función de cómo se utilicen, ¡incluso dentro de una misma vivienda!
Ahora bien, ¿qué aspectos influyen cuando te preguntas cómo calcular el consumo de un televisor?
La tecnología de la pantalla. Por ejemplo, los televisores LED suelen ser más eficientes que los LCD tradicionales y los de plasma.
Su tamaño, pues cuanto mayor sea, mayor consumo energético necesitará.
La resolución, puesto que las de mayor calidad necesitan más energía para procesar y mostrar imágenes detalladas.
Su configuración de brillo y contraste, ya que un brillo excesivo incrementa el uso de energía.
Funcionalidades como la conectividad Wi-Fi y capacidad de streaming, que añaden un plus de consumo al habitual en un televisor que únicamente se dedica a mostrar imágenes que recibe a través de la antena analógica.
También está el modo stand by. No, no es un mito, el puntito rojo de la tele cuando está apagada consume energía, y si estás buscando ahorrar en tu factura de luz conviene que lo sepas.
Y ahora que sabes esto, ¿cómo calcular el consumo de tu televisor?
Identificar la potencia en vatios (W), que suele aparecer en la documentación del aparato.
Calcular el consumo diario multiplicando la potencia por las horas aproximadas de uso.
Pasar la cifra a kilovatios/hora (kWh) dividiendo el resultado anterior entre 1.000.
Calcular el coste mensual del consumo del televisor multiplicando el consumo diario en kWh, por el precio del kWh y luego por 30 días.
¡Como ves, se trata de un proceso bastante intuitivo!
Consumo de energía según las pulgadas y el tipo de pantalla
El tamaño de la pantalla del televisor y la tecnología con la que esté construida son dos de los aspectos que más determinan el consumo energético de un televisor.
Por ejemplo, un televisor LED de 32 pulgadas, con un consumo de entre 115 y 160 W/h, consumirá mucho menos que uno con la misma tecnología, pero de un tamaño de 55 o 65 pulgadas, que puede ascender hasta los 270-350 W/h.
Por otro lado, la tecnología LED o micro LED está demostrando ser mucho más eficiente que generaciones anteriores, como el LCD o el plasma, aunque probablemente lo será menos que otras que surjan en un futuro.
Por todo esto, más allá de cuál sea la marca del televisor, o de qué promociones haya en el punto de venta cuando necesitas comprar uno nuevo, es importante tener en cuenta cómo afectará su uso a la factura de la luz. Ten presente que este tipo de pantallas también se califican con una etiqueta energética que va desde la letra A, para las que menos consumen, hasta la G, que es la que se asigna a las que más energía consumen.
Medidas para reducir el consumo de energía del televisor
Reducir el consumo energético del televisor te permitirá pagar menos en tus facturas de electricidad y contribuir al cuidado del medio ambiente, y estas son algunas de las mejores formas de hacerlo:
Apagar el televisor cuando lo utilices.
Ajustar el brillo de la pantalla a un nivel cómodo, pero no estridente.
Activar el modo de ahorro de energía.
Utilizar el sensor de luz ambiental, que ajusta el brillo de la pantalla automáticamente en función la cantidad de luz en la sala.
Configurar el temporizador de apagado, que programa el televisor para que se apague después de cierto periodo de inactividad.
Y si el televisor continúa generando un consumo excesivo a pesar de implementar estas medidas, quizás deberías plantearte cambiarlo por un modelo más moderno y eficiente. ¡Saldrás ganando tú y también el medio ambiente!