30 de junio de 2025
¿Qué son las baterías de sodio?

Las baterías de sodio son dispositivos recargables que almacenan y liberan energía mediante el movimiento de iones de sodio (Na⁺) entre dos electrodos. Funcionan de forma parecida a las baterías de litio (Li+), pero utilizando sodio, un elemento más abundante y económico, presente en la sal común y en la corteza terrestre.
Estas nuevas baterías de sodio son más económicas de fabricar y resultan más seguras, pues son menos inflamables y ofrecen un excelente rendimiento en temperaturas extremas. Eso sí, no todo es positivo, pues el hecho de tener una densidad energética inferior hace que, para almacenar la misma cantidad de energía que una batería de litio, necesitan ser de mayor tamaño y peso.
Aún así, están posicionándose como una alternativa prometedora en el ámbito del almacenamiento energético, ¡por eso te conviene saber todo lo que pueden ofrecer!
¿Cómo funcionan las baterías de sodio?
Las baterías de sodio funcionan gracias al desplazamiento de iones de sodio entre dos electrodos: el ánodo (negativo) y el cátodo (positivo), a través de un electrolito, un proceso que permite almacenar y liberar energía eléctrica con total eficiencia.
Durante la carga, los iones de sodio se trasladan desde el cátodo al ánodo a través del electrolito, mientras que los electrones fluyen por un circuito externo hacia el ánodo, movimiento que permite almacenar energía química en la batería.
Al descargar la batería, el proceso es el contrario: los iones de sodio regresan al cátodo y los electrones fluyen por el circuito externo, proporcionando energía eléctrica al dispositivo conectado a ella.
Su principal problema, como ya hemos mencionado, es que a día de hoy tienen una densidad energética menor que las de litio, pero lo cierto es que los avances en investigación y desarrollo no dejan de mejorar su rendimiento. ¡Por eso no es de extrañar que cada día se hable más de usar baterías de sodio en coches eléctricos!
Ventajas de las Baterías de Sodio
Mayor seguridad: las baterías de sodio son más seguras que las de litio, ya que el sodio es menos tóxico y menos susceptible a reacciones explosivas.
Menor impacto ambiental: el sodio es un material más abundante y menos tóxico que otros materiales, lo que contribuye a un menor impacto ambiental en comparación con otras baterías.
Mayor abundancia y disponibilidad: el sodio es un elemento mucho más común y accesible que el litio, lo que permite reducir la dependencia de recursos escasos y controlar la cadena de suministros.
Posibilidad de carga más rápida: algunas investigaciones sugieren que las baterías de sodio pueden cargar más rápido que las de litio, potencialmente alcanzando el 80% de carga en 15 minutos.
Menor costo: el sodio es más barato que el litio, lo que podría reducir el costo de las baterías.
Vehículos eléctricos: Las baterías de sodio podrían utilizarse en vehículos eléctricos, tanto en camiones de transporte como en carretillas u otros equipos de manutención del almacén, ofreciendo una mayor autonomía en comparación con las baterías de iones de litio.
Las baterías de sodio pueden ofrecer una mayor capacidad de almacenamiento en comparación con las baterías de iones de litio, lo que las hace más adecuadas en situaciones que requieren una gran cantidad de energía.
¿Qué es mejor, una batería de litio o de sodio?
Si te preguntas cuál de estas dos soluciones resulta más recomendable, debes comenzar sabiendo que la alta densidad energética de las baterías de litio las hace perfectas a día de hoy para dispositivos portátiles y vehículos eléctricos, aplicaciones en las que un tamaño y un peso reducidos son esenciales. Además, tienen una vida útil más larga y una eficiencia energética superior. Ahora bien, debes tener en cuenta que el litio es un recurso limitado y que su extracción provoca un gran impacto ambiental.
En cuanto a las baterías de sodio, lo cierto es que usar materiales más abundantes y económicos que el litio es un gran punto a su favor. Además, funcionan de forma igual de eficaz en temperaturas muy frías y muy cálidas, por lo que el sobrecalentamiento no es un problema con ellas.
El gran problema de estas últimas es que, hoy por hoy, son indudablemente más grandes y pesadas que las de litio para poder almacenar la misma cantidad de energía. ¡Pero tiempo al tiempo!
Por cierto, antes de continuar, quizás quieras saber en qué se diferencian estos dos tipos de baterías de condensadores.
¿Cuáles son los principales usos de las baterías de sodio?
Ya hemos profundizado en las bondades de las baterías de sodio, pero teniendo en cuenta las posibilidades que ofrecen y sus limitaciones actuales, ¿qué usos es posible puede darles?
Han demostrado ser perfectas para almacenar energía solar y eólica.
Ya se utilizan en centros de datos y telecomunicaciones para garantizar el suministro continuo durante cortes eléctricos.
También tienen aplicaciones industriales, como por ejemplo para alimentar carretillas elevadoras y robots en almacenes.
Aunque su peso y su tamaño afectan de forma negativa por el momento a las baterías de sodio en coches eléctricos, sí que se utilizan ya en vehículos eléctricos ligeros como bicicletas eléctricas y scooters.
Como toda nueva tecnología, las baterías de sodio aún no están demasiado extendidas, pero estamos seguros de que si siguen evolucionando a buen ritmo cada vez las veremos más y más. ¡De hecho, están llamadas a ser las sucesoras naturales de las baterías de litio!