02 de abril de 2020
Auditoría energética: el primer paso hacia la eficiencia energética
De hecho, una auditoría de eficiencia energética es una de las formas más inteligentes, prácticas y eficientes de conseguir un notable ahorro energético y, en consecuencia, poner nuestro grano de arena en la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, al mismo tiempo que conseguimos reducir el importe de la factura mensual.
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¿En qué consiste una auditoría energética?
El objetivo de una auditoría energética es obtener datos e información objetiva que nos permitan detectar una serie de factores que están afectando a nuestro consumo energético, con el fin de tomar las medidas oportunas que nos permitan ser más eficientes en nuestro consumo de energía.
Las auditorías que valoran la eficiencia energética son realizadas por un auditor energético, cuyo perfil es el de un profesional multidisciplinar con altos conocimientos de las necesidades energéticas de una fábrica, edificio u hogar. A nivel de titulación, esta persona suele tener el título de ingeniero o de arquitecto, o bien ha superado algún Ciclo Formativo de Formación Profesional. Según la magnitud de la auditoría a realizar, es posible que precise la ayuda de un equipo de colaboradores.
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Procedimiento de una auditoría energética
Los pasos básicos de una auditoría energética son los siguientes:
Identificación del cliente y del edificio, fábrica o vivienda a auditar.
Realización de una planificación o cronograma donde se distingan las acciones que se van a realizar en las distintas etapas de la auditoría energética.
Presentación de un documento preliminar donde se citan los objetivos de la auditoría y los motivos por los que se realiza.
Realización de la Certificación Energética, en el caso de no existir.
Definición constructiva del edificio en base a los criterios del Código Técnico de Edificación (CTE).
Análisis de los elementos constructivos, valorando su posible modificación.
Auditoría de los elementos energéticos, incluyendo: inventario, descripción, localización de cada elemento, recopilación de datos energéticos básicos como el consumo o la vida útil, y recolección de datos del gasto energético y del coste económico.
Se realizan todas las preguntas y averiguaciones necesarias con el fin de conocer la máxima información posible con relación a los diferentes campos energéticos identificados.
El siguiente punto consiste en realizar propuestas de mejora en base a las inspecciones realizados de los distintos elementos, campos energéticos y características del edificio.
Redacción de un informe de auditoría energética para entregárselo al cliente, en el cual se detallan los resultados y propuestas de mejora.
¿Sabes si tu casa o comunidad es eficiente? Puedes comprobarlo con una auditoría energética
Aunque es más habitual realizar auditorías de eficiencia energética en fábricas o edificios grandes, también pueden realizarse en comunidades de propietarios y hasta en casas unifamiliares.
Si contratas la realización de un análisis de este tipo, un equipo de profesionales se encargará de revisar todos los sistemas energéticos de tu casa o comunidad, recomendar las medidas más eficaces para ahorrar energía y supervisarlas.
El objetivo es que consigas optimizar el consumo energético y ahorrar en tus facturas, detectando y evitando esos agujeros de consumo excesivo o inútil que tanta eficacia y dinero nos hacen perder.
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Ventajas de realizar una auditoría energética en tu inmueble
Conseguirás un Certificado de Eficiencia Energética, requisito actualmente indispensable para poder poner tu inmueble a la venta o alquiler. Se trata de un documento técnico con una validez de 10 años que refleja el consumo energético de tu vivienda, asignándose una clase entre la A y la G en función de su eficiencia (la A es la más eficiente y la G la menos).
Se detectan fugas de temperatura en puertas y ventanas.
Análisis del rendimiento y gasto energético de los sistemas de calefacción y aire condicionado para comprobar si es conveniente cambiarlos por otros más modernos.
Observación de los sistemas de iluminación y necesidades de sustitución de lámparas fluorescentes o LEDS, valorando la posibilidad de reubicar los puntos de luz existentes.
Comprobación de la calificación energética de los electrodomésticos (neveras, hornos…) para valorar si es rentable sustituirlos.
Análisis de las compañías distribuidoras y tarifas contratadas de luz y gas. Este punto es especialmente importante, ya que muchísimas personas están perdiendo muchos euros en sus facturas mensuales por puro desconocimiento de las existencia de otras modalidades de tarifas más rentables.
Diferencias entre una auditoría para una vivienda y para empresa
La principal diferencia es la obligatoriedad en ciertos casos. En España las auditorías y la eficiencia energética están reguladas por el Real Decreto 56/2006, que obliga a elaborar auditorías energéticas en empresas de más de 250 trabajadores o cuyo volumen de negocio supera los 50 millones de euros.
Otras diferencias entre una auditoría para viviendas y una para empresas tienen que ver con cuestiones técnicas, complejidad o el volumen de ahorro energético, que pueden llegar a tener las medidas implantadas.
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