16 de noviembre de 2021
Tipos de calefacción: elige la mejor opción
Existen una gran cantidad de tipos de calefacción para casas, pero hoy vamos a centrarnos en las opciones más comunes, ya que algunos tipos están fuera del alcance de la mayoría, como pueden ser la biomasa, la aerotermia o la geotermia. En este último tipo de calefacción, por ejemplo, hay que hacer una gran excavación para aprovechar el calor de la tierra, algo que no solo exige espacio y maquinaria, sino la inversión de una gran cantidad de dinero que tardaremos décadas en amortizar.
La calefacción a gas es usada por el 32,3 % de hogares de España según el INE, mientras la calefacción eléctrica supone el 18,6% de los hogares que disponen de calefacción
Tipos de calefacción
Gas natural: se trata de un tipo de calefacción de alta eficiencia. Es energía limpia y segura y además tiene un precio económico. Pero no todo son ventajas, ya que el precio de la instalación es elevado, necesita mantenimiento y es bien sabido que el gas natural no llega a todas las zonas.
Gas propano: el propano es un gas licuado del petróleo caracterizado por su eficiencia energética y con alto poder calorífico. También es una energía muy limpia, ya que contamina menos que otras muchas del mercado. Sin embargo, es más caro que el gas natural-
Calefacción eléctrica: en este tipo hay que distinguir entre las calderas individuales, los radiadores y acumuladores eléctricos y el hilo radiante. Para calentar el hogar de este modo probablemente haya que incrementar la potencia de luz contratada. La instalación es económica y sencilla, pero conlleva un precio elevado.
Bomba de calor: para calentar la casa la bomba de calor se sirve de la electricidad. Es una opción moderna, sin embargo no distribuye el calor homogéneamente. Las bombas de calor obtienen la energía del aire, del agua o de la tierra, y la transportan hacia el interior de la vivienda para calentarla.
¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir la calefacción para tu hogar?
Es crucial entender que el tipo de calefacción más económico depende de las características de cada hogar: metros cuadrados de la vivienda o de las salas que queramos caldear, el lugar geográfico en que se encuentra la vivienda, los materiales con que está construida, los hábitos de quienes viven allí (están mucho o poco tiempo en casa, de día o de noche, salen y entran mucho...) e incluso la cantidad de personas que viven en el hogar.
Dicho esto, podemos afirmar que la mejor calefacción calidad-precio para la mayoría de hogares con características medias es el gas natural. Sin embargo, al no ser posible su instalación en todas las zonas, mucha gente opta por el gas propano que sí está disponible en todas las zonas, aunque este último es algo menos asequible.
Más cara aún puede salir la calefacción de gas butano para pisos o casas grandes, pero dependiendo de su uso puede salir rentable, ya que la instalación es sencilla y poco costosa. Una bombona que se use solo para calentar agua para dos personas puede durar más de dos meses. Por otro lado, si solo queremos calentar una habitación o estamos poco en casa, lo ideal es una estufa de gas butano que calienta rápido y gasta poco. Estaríamos hablando de un gasto en torno a los 20 € mensuales. En cualquier caso este tipo de calefacción es más económico que la calefacción eléctrica.
Cómo ahorrar en calefacción
La mejor forma de ahorrar sin pasar frío es elegir la mejor opción para nuestra vivienda y nuestras características, pero además existen otras formas de reducir costes. Un ejemplo son los termostatos, que se pueden instalar en distintos sistemas de calefacción. Un termostato es fundamentalmente un sistema de control que ayuda al uso eficiente de la calefacción. Cuando la temperatura de la vivienda baja, el termostato activa la calefacción, y cuando la temperatura sube de lo estipulado por el usuario, este la desactiva, por lo que solo se consumirá energía cuando sea estrictamente necesario.
Otros consejos para ahorrar en calefacción son por ejemplo caldear solo las habitaciones que vayamos a usar, poner los radiadores en zonas específicas para distribuir bien el calor, hacer un correcto mantenimiento de calderas, calentadores y radiadores y revisar bien el aislamiento de la vivienda. Mantener una temperatura fija todo el día no demasiado alta ayuda a ahorrar, e incluso programar las horas de uso de los radiadores.
A la hora de elegir un tipo de calefacción es importante tener en cuenta la sostenibilidad. Son muchos los usuarios que se sienten responsables para con el medioambiente y que quieren contar con una calefacción limpia en sus viviendas. Para ello no solo es necesario invertir en un sistema de calefacción sostenible, sino también contar con un hogar bien aislado, ya que de esta forma evitamos el consumo innecesario o en exceso de la energía utilizada para calefactar.
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