06 de mayo de 2024
Beneficios de la Inmótica para reducir el gasto eléctrico
La inmótica ha supuesto un avance indispensable en la búsqueda de la eficiencia energética en grandes edificaciones. Esta tecnología permite gestionar de forma totalmente automatizada y centralizada todos los sistemas importantes del edificio, lo que a su vez permite sacar el máximo rendimiento al consumo energético y reducir los costes asociados a él.
Automatizar procesos a través de la inmótica integral, por tanto, no solo mejora el confort y la seguridad, también minimiza el impacto ambiental que genera la actividad en el edificio al ajustar de forma inteligente el uso de recursos tan necesarios como la electricidad. ¡Sigue leyendo si quieres saber más sobre qué es la inmótica y en qué puede beneficiarte!
¿Qué es la inmótica?
Para comprender el significado de inmótica, lo primero que hay que tener claro es que se trata de un sistema de automatización creado específicamente para edificios de gran tamaño en los que otras soluciones no ofrecen los resultados que se necesita obtener. Integra y controla funciones como la climatización, la iluminación, y la seguridad, todo de forma centralizada y eficiente.
Su objetivo es mejorar la eficiencia de los inmuebles tanto a nivel operativo como energético, lo que permite transformarlos en espacios inteligentes que utilizan únicamente los recursos estrictamente necesarios y, más importante aún, en el momento en que realmente es imperativo hacerlo. Gracias a esto, es posible gestionar y supervisar los recursos de forma mucho más efectiva, algo imprescindible si te preocupa el momento de tener que calcular la factura de luz de tu empresa.
Principales características
Conocer las principales características de la inmótica es lo que te permitirá saber si es realmente recomendable para el edificio en el que tu compañía desarrolla su actividad o si es mejor que te plantees recurrir a otro tipo de soluciones. ¡Y estas son algunas de las más destacadas!
Permite gestionar todo tipo de sistemas desde un único punto de control.
Regula de forma automática elementos como la climatización y la iluminación.
Permite reducir de forma drástica el consumo de energía en las instalaciones, lo que repercute de forma muy positiva en las facturas de luz.
Aumenta los niveles de seguridad al ofrecer tanto supervisión como respuesta automatizada ante situaciones de emergencia.
Mejora la comodidad en las instalaciones de trabajo al ajustar de forma automática las condiciones ambientales.
¿Dónde se aplica la inmótica?
Las principales aplicaciones de la inmótica se dan en inmuebles de gran tamaño, como pueden ser edificios de oficinas, hoteles, centros comerciales u hospitales.
Este tipo de lugares se benefician enormemente de sus recursos de automatización, ya que otros sistemas tecnológicos no permiten hacer un despliegue tan efectivo a esas escalas.
¿Qué beneficios tiene la inmótica?
El hecho de fusionar tecnología y automatización en grandes edificaciones hace que las ventajas de la inmótica seduzcan cada vez a más empresas. ¡Descubre cuáles son las más atractivas!
Los sistemas inmóticos ajustan el uso de energía de la forma más eficiente posible, reduciendo costes y mejorando la sostenibilidad del edificio. Esto es esencial si te preocupa qué es el consumo eléctrico y cómo se calcula.
Automatizar y regular servicios como la iluminación o la climatización permite hacer una gestión más eficiente.
Los sistemas de inmótica facilitan operaciones y reducen el tiempo necesario para la gestión de infraestructuras.
También monitorean y controlan accesos y sistemas de seguridad, lo que permite disfrutar de un entorno mucho más seguro.
Además, aseguran el cumplimiento de regulaciones en materias de eficiencia y seguridad.
Inmótica vs domótica: Principales diferencias
Aunque ambos conceptos se centran en la automatización de servicios, la inmótica y la domótica no son lo mismo, ¡por lo que se aplican en diferentes contextos!
La principal diferencia entre domótica e inmótica es que la primera de ellas se utiliza en viviendas y pequeños espacios, garantizando control y automatización en un entorno más personal limitado, mientras que la inmótica se usa en edificaciones más grandes y complejas, como oficinas u hospitales, en los que es necesario controlar un despliegue de recursos mucho mayor.
No es lo mismo usar un servicio tecnológico a nivel doméstico que a nivel profesional, así que procura tener en cuenta estas diferencias a la hora de elegir el más apropiado para tu empresa:
La domótica para hogares, y la inmótica para edificios comerciales y públicos.
La domótica es más asequible y sencilla de utilizar, mientras que la inmótica requiere una mayor inversión, así como de gestión avanzada.
Ambos sistemas coinciden en que te permiten ahorrar dinero en tus facturas de luz, ¡pero ten en cuenta tus necesidades reales antes de elegir entre uno u otro!