20 de junio de 2017
¿Qué son los termostatos digitales y cómo te ayudan a ahorrar?
A la hora de revisar facturas, muchos hogares detectan una subida del recibo de la luz en los meses de invierno. La calefacción y la refrigeración son responsables de hasta el 50% del consumo total de energía (no sólo eléctrica) de un hogar. Optimizar al máximo su uso nos ayudará a ahorrar en las facturas de la luz y a hacer un uso eficiente sin renunciar a la comodidad. ¿Cómo hacerlo? La clave está en los termostatos, my friend.
¿Qué es un termostato digital?
Si te pilla de novato… Un termostato digital es un aparato que te ayuda a controlar la temperatura de tus sistemas de calefacción y refrigeración por estancias. Dependiendo del tipo de termostato podremos programar la temperatura de un día, varios días, e incluso controlarlo desde una app en el móvil, incluso cuando no estamos en casa. Vamos, que puedes convertir tu hogar en casi una Smarthome muy fácilmente.
Tipos de termostatos para calefacción
Dependiendo del tipo de termostato que instalemos conseguiremos ser más efectivos en el ahorro energético y económico. Si lo combinamos a los demás consejos de ahorro que ya conoces, ¡juntos conseguiremos pagar menos en la factura!
1. Termostatos analógicos
Estos son los termostatos tradicionales, los de toda la vida. Llevan una rueda que gira para ajustar la temperatura que deseemos. Aunque son un tipo de termostato muy barato de fácil instalación, están prácticamente obsoletos. No son muy precisos y eso nos hará ser poco eficientes. La generación de termostatos digitales abandonan la ruedecita de la que hablábamos y muestran la temperatura en una pantalla. Son mucho más precisos que los analógicos. Llegan incluso a valores con una precisión de 0,01ºC. Es una buena opción porque sigue siendo una opción económica, consiguen un mayor ahorro, son más eficientes y solamente consumen lo que se necesita.
3. Crono-termostatos
Existen crono-termostatos analógicos, pero lo más habitual y fácil de manejar son los crono-termostatos digitales. La gran diferencia con el termostato digital es su gran capacidad de programación y que tiene una mayor precisión. No solamente ajusta la temperatura de la sala, sino que es capaz de encender y apagar la calefacción cuando así lo programes. Puedes llegar a programar incluso por días, muy útil si te vas un par de días. Con uso eficiente el ahorro energético puede ser un 15-20% mayor con respecto a un termostato digital.
4.Termostatos Inteligentes y con Wifi.
Aquí está… ¡La crème de la crème de los termostatos! La innovación tecnológica llega a los termostatos. Convertirás tu casa en inteligente, dando el primer pasito en domótica y pudiendo controlar tu consumo desde cualquier smartphone. Funcionan de forma muy similar a los termostatos digitales que ya hemos visto, con la diferencia de que podemos acceder a sus ajustes a través de nuevas tecnologías. Por ejemplo podemos utilizar una app móvil desde nuestro smartphone y realizar los ajustes pertinentes en nuestro termostato inteligente. La conexión se hace a través de la conexión WIFI de casa. Estas aplicaciones hace que sea más fácil y más visual configurar el termostato, hacerlo incluso desde fuera de casa (el único requisito es tener conexión a internet). Eso sí, son más caros porque utilizan una tecnología más avanzada. Pero sin duda valdrá la pena, las Smarthomes son mucho más eficientes y consumen menos energía.
La temperatura de ahorro perfecta
Ahora que tenemos claro cómo controlar la temperatura, ¿cuál es la idónea para ahorrar a la vez que estamos cómodos? Según el IDAE, la temperatura de confort está entre los 19 y 21 grados centígrados. Pero puedes ajustar la temperatura cuando te vayas a dormir, es recomendable mantenerla entre los 15 y 17 grados por la noche. Recuerda que por cada grado de temperatura que bajes, ahorrarás entorno a un 9% de energía. Además de consumir y subir tu factura, las temperaturas superiores a los 23 grados resecan el aire y harán que te sientas incómodo. Vale la pena mantener la temperatura a 20 grados y taparnos con una manta o un jersey antes de subir el termostato.
¿Cómo utilizar los termostatos digitales?
A. Algunas pequeñas prácticas para ahorrar energía es apagar la calefacción cuando nos vayamos a trabajar y conectarla unos minutos antes de volver. Esto podemos hacerlo con cronotermostatos o con termostatos inteligentes.
Si vas a salir 5 minutos no te hace falta pero si vas a estar fuera un par de horas es más eficiente que la apagues y la vuelvas a encender que dejarla encendida. Este es un mito de eficiencia energética que ya desvelamos en otro de nuestros artículos de Blog.
B. También es recomendable mantenernos dentro de las temperaturas de confort. Por ejemplo en invierno lo recomendable es mantener la calefacción entre 20-23ºC, cuando subamos de esta temperatura estaremos derrochando energía.
C. Recuerda aislar tu vivienda correctamente para que el calor no se pierda en invierno, o el frío en verano, y así evitar tener que estar continuamente compensando las pérdidas térmicas.
D. Otro truco es programar tu calentador de agua para que caliente el agua entre 3 y 4 horas antes de ducharte. De esta forma tendrás el agua caliente disponible cuando te vayas a duchar. De esta forma evitas que el termo eléctrico esté todo el día manteniendo el agua caliente cuando no la necesitas, además del consecuente ahorro. Por ejemplo. si te sueles duchar a las 7 o 7:30 de la mañana programalo para que a las 4 se ponga en marcha y empiece a calentar el agua.
E. Un último detalle, al instalar un termostato, ponlo en la estancia de la casa que más se vaya a utilizar. No lo pongas en una zona donde le dé el sol directamente o cerca de una fuente de calor. Así conseguirás que sea más preciso y prolongar su vida útil.
Los termostatos son sólo una forma de optimizar el consumo, pero existen otras muchas medidas que puedes tomar. Si eres cliente, accede a tu Panel de Control y consulta los Consejos personalizados para ti y para tu hogar eficiente. Si todavía no eres clientes... :) Te estamos esperando.