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¿Qué son los gases licuados?

Los gases licuados son un elemento fundamental tanto en nuestra vida diaria como en el sector energético global. Tienen distintas aplicaciones, desde la calefacción doméstica hasta el transporte o la industria y, su principal particularidad es que se transportan y almacenan en estado líquido bajo presiones o temperaturas muy concretas, lo que facilita su gestión y también su distribución.

Tipos de gases licuados

Los gases licuados se obtienen mediante procesos de compresión y enfriamiento, y lo cierto es que cada uno de ellos  tienen características y usos muy específicos en sectores como el doméstico, el industrial y el energético.

  • Gas Licuado de Petróleo (GLP): Mezcla de propano y butano que se utiliza sobre todo en calefacción, cocina y vehículos. Se trata de una alternativa eficiente a los combustibles líquidos más clásicos.

  • Gas Natural Licuado (GNL): Se obtiene al enfriar el gas natural a -162 °C, y es muy utilizado para transporte marítimo, para generar energía y como combustible para vehículos pesados.

  • Oxígeno Licuado: Se obtiene mediante la destilación del aire, y es muy usado en la industria médica y la metalúrgica.

  • Nitrógeno Licuado: Permite conservar alimentos y procesos industriales a través de procesos de criogenia.

  • Hidrógeno Licuado: Fuente de energía limpia con potencial para el sector del transporte y la generación de electricidad.

Seguro que te suena más de uno de estos ejemplos de gases licuados, ¡sigue leyendo para descubrir los principales beneficios de usarlos!

Ventajas de usar gases licuados

Los gases licuados ofrecen infinidad de virtudes  por eso son, cada vez más, una opción energética preferente dentro de más sectores.

  • Su alto poder calorífico permite una reducción de hasta el 40% en gastos energéticos en comparación con otros combustibles.

  • Pueden utilizarse en gran cantidad de ámbitos, desde el doméstico hasta el industrial, agrícola o automotriz, ya que pueden adaptarse a prácticamente cualquier tipo de necesidad energética. 

  • Producen menos emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes cuando se queman,  esto contribuye a reducir la huella de carbono de cualquier tipo de actividad.

  • Como pueden licuarse a bajas presiones, su almacenamiento y su distribución es sencilla y segura.

  • Además, la posibilidad de transportarlos los hace muy accesibles en zonas geográficas en las que otras fuentes de energía pueden ser limitadas, permitiendo garantizar un suministro constante a viviendas y empresas ubicadas en ellas.

Usos cotidianos de los gases licuados

Los gases licuados cumplen un papel importante en diferentes actividades diarias tanto en entornos domésticos como comerciales o industriales, y estos son algunos buenos ejemplos de ello.

  • En los hogares, el gas licuado se utiliza para cocinar, proporcionando una fuente de calor eficiente y fácilmente controlable. Además, también se usa para alimentar sistemas de calefacción y calentamiento de agua de forma fiable en zonas en las que no se puede acceder a gas natural.

  • En la industria, los gases licuados son imprescindibles para procesos que necesitan altas temperaturas, como la fundición y soldadura de metales.

  • El sector de la hostelería los utiliza en cocinas profesionales debido a su capacidad para proporcionar calor inmediato y uniforme, haciendo el trabajo en estos entornos mucho más rápido y eficaz.

  • En agricultura, los gases licuados se usan para tareas como el secado de cultivos, el control de plagas y la calefacción de invernaderos. ​

  • Además, el autogás, una mezcla de propano y butano, se ha convertido en una alternativa económica y ecológica a combustibles para vehículos tan usados como la gasolina o el diésel.

La tendencia es que este tipo de combustible vaya in crescendo en detrimento de otros mucho más contaminantes, ¡así que quizás te interese empezar a valorar la instalación de sistemas que funcionen con gases licuados!