Conductor eléctrico
Un conductor eléctrico es aquel que conduce la electricidad debido a su baja resistencia al movimiento de la carga eléctrica. En la mayoría de casos, los conductores tienen pocos electrones en su capa de valencia, así que la energía puede desplazarse de un átomo a otro sin dificultad.
Su función es tal y como describe su nombre, es decir, conducir la electricidad de un punto a otro. Por ello, los cables se consideran un conductor de la electricidad. Otras funciones son la modificación de la tensión o la de crear campos electromagnéticos, siempre con ayuda de bobinas y electroimanes.
¿Cuáles son los mejores conductores eléctricos?
Para que un material sea considerado un buen conductor eléctrico , debe tener una estructura atómica adecuada, que permita el paso de corriente. Eso suele equivaler a núcleos unidos y buena conductividad.
No obstante, eso no es todo, ya que necesita una en la que haya equilibrio electrostático para una mayor seguridad, que sean resistentes y maleables. Asimismo, se añade una capa aislante para mayor seguridad.
Los conductores eléctricos más utilizados son los metálicos, destacando el oro y el cobre como los más famosos. Además, se usa el aluminio, la plata y el hierro, además de otros no metálicos como el grafito, así como el agua de mar y otras soluciones y disoluciones salinas. Al contrario de lo que se cree, el agua destilada no conduce la electricidad, pero sí se convierte en conductora cuando hay impurezas iónicas como la sal.
De estos, el cobre es el que se usa como referencia al tener una alta conductividad eléctrica. El cobre recocido tiene una conductividad de 58 ms/M. Eso sí, otros como la plata tienen una mayor conducción, pero también un mayor precio, así que solo se usan en equipos muy especializados. En cuanto al oro, es peor conductor que el cobre, pero más duradero, así que se usa en algunos bornes y conectores.
Sin embargo, el aluminio está destacando como el material más común para distribuir energía, especialmente en alta tensión. A pesar de tener tan sólo una conductividad del 60% con respecto al cobre, es tres veces más ligero. De este modo, a igualdad de masa, es más conductor, además de ser mucho más barato. Aún así, su elevada oxidación lo hacen un problema en algunos casos, así que se limita al cable de acometida eléctrica, usándose el cobre para los cables domésticos y otros aparatos.
